Los 25 principios de la bioconstrucción
El Instituto Español de Baubiologie recoge los 25 principios de la bioconstrucción: una serie de criterios para la configuración de un entorno vital sano, ecológico y sostenible.
En 1983, el visionario Profesor Anton Schneider fundó en Alemania el Institut für Baubiologie + Nachhaltigkeit IBN (Instituto de Biología de la Construcción + Sostenibilidad). Esta institución independiente y neutral, apuesta por la biología del hábitat, o bioconstrucción, y ofrece formación, asesoramiento y mediciones objetivas y comprensibles tanto a profesionales de la construcción como a quienes buscan un entorno de vida y trabajo saludable y respetuoso con el medio ambiente. Entre toda la documentación en la que se basan, se encuentran los 25 principios de la bioconstrucción que veremos a continuación.
Desde 2009, el IBN cuenta con una delegación en nuestro país: el Instituto Español de Baubiologie (IEB). Sus objetivo principal es promover la adaptación y el desarrollo en España del curso de formación en Baubiologie (biología del hábitat / bioconstrucción) creado por el IBN. También es su misión formar a técnicos y profesionales en Baubiologie. El IEB se erige como el punto de información de referencia, asesoramiento y asistencia técnica, análisis, evaluación e investigación, en el ámbito de la bioconstrucción en España.
La bioconstrucción, mucho más que materiales sostenibles
Al pensar en la bioconstrucción, rápidamente se visualizan imágenes de casas de adobe o barro con estructura de madera rodeadas de vegetación. Sin embargo, el concepto es mucho más complejo. Para empezar, el objetivo de la bioconstrucción es minimizar el impacto del sector de la construcción en el medio ambiente, proporcionando alternativas y un enfoque totalmente distinto al vigente. Este enfoque se basa en fundamentos ecológicos y sostenibles que buscan la configuración de un entorno vital sano y sostenible en conexión con la naturaleza.
Esta visión pasa por la elección de los materiales, por supuesto, pero también por el diseño de los espacios eficientes, la salubridad del aire interior a partir de un buen sistema de ventilación y el máximo respeto al entorno natural aprovechando sus fuentes de energía naturales.
Los veinticinco criterios para la bioconstrucción que proponen desde el IBN no siempre pueden cumplirse en su totalidad, pero conviene tenerlos en cuenta para poder optimizar al máximo la salud de nuestro hogar y la nuestra propia.
Clima interior
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- Reducir el uso de sustancias contaminantes e irritantes y aportar suficiente aire fresco con la ventilación adecuada
- Reducir la presencia de hongos tóxicos, levaduras y bacterias, polvo u otros alérgenos
- Utilizar materiales con olor neutro o agradable
- Minimizar campos electromagnéticos y ondas de alta frecuencia
- Priorizar el calor radiante para calefacción
Materiales de construcción y equipamiento
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- Utilizar materiales naturales, no tóxicos y con la menor radiactividad posible, como el barro cocido
- Garantizar una proporción equilibrada entre aislamiento térmico y acumulación de calor, así como entre temperatura superficial y del aire interior
- Usar materiales higroscópicos. La higroscopicidad es la capacidad de un material de absorber o emitir humedad al aire, por tanto, se consigue el equilibrio de humedad en los ambientes interiores.
- Minimizar el contenido de humedad de obra nueva
- Optimizar el acondicionamiento y aislamiento acústico de los espacios (incluidos los infrasonidos)
Diseño interior y arquitectónico
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- Observar proporciones y formas armoniosas
- Estimular percepciones sensoriales: vista, oído, olfato y tacto
- Favorecer unas condiciones de iluminación y espectro cercanos a la luz natural y usar lámparas sin parpadeos
- Considerar conocimientos de fisiología y ergonomía, es decir, que nuestra casa esté preparada físicamente para nuestro cuerpo y sus necesidades físicas
- Promocionar la cultura edificatoria y artesana local y regional
Medio ambiente, agua y energía
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- Minimizar el consumo de energía y usar fuentes renovables
- Al construir o reformar, evitar impactos negativos en el medio ambiente
- Conservar los recursos naturales y proteger la flora y la fauna
- Favorecer sistemas de construcción locales, elegir materiales y ciclos de vida con el mejor balance ecológico posible
- Asegurar la calidad del agua potable más óptima posible
Hábitat ecosocial
- Diseñar infraestructuras con una combinación de usos equilibrada: distancias cortas a centros de trabajo, transporte público, escuelas, comercios, etc.
- Favorecer una forma de habitar que satisfaga las necesidades humanas y proteja el medioambiente
- Proveer de suficiente espacio verde a áreas residenciales rurales y urbanas
- Fortalecer la autosuficiencia local y la participación de redes y proveedores de servicios locales
- Seleccionar emplazamientos para la construcción que no estén contaminadas por residuos nocivos, fuentes de radiación, polución y ruido
Cumplir con todas estas pautas no siempre es factible, pero podemos hacer lo posible para lograr todas las que podamos de manera individual. Si no quieres olvidar estos 25 principios de la bioconstrucción, puedes descargar la infografía oficial de IBN en PDF.