BIOECOREST: un proyecto para la recuperación de los bosques marinos
Lanzamos un proyecto pionero para la investigación de recuperación de bosques marinos
En las últimas 5 décadas, los hábitats costeros (corales, estuarios, praderas y bosques marinos) se han perdido a un ritmo muy superior al de los terrestres. Lo desconocido que nos resulta el mundo marino hace que esta merma en los ecosistemas subacuáticos nos pase muy desapercibida, pero igual que vemos a la naturaleza sufrir, padecer y desaparecer sobre nuestro suelo, lo hace bajo la superficie del agua. Entre estos hábitats, el 80% de pérdida mundial de bosques marinos de algas es aún más desconocido. También lo es el efecto en cascada que estas pérdidas tienen más allá de la propia biodiversidad, reduciéndose las funciones de provisión, protección y regulación que nos proporcionan nuestros mares.
Las causas de esta devastación son multifactoriales, pero todas están relacionadas directa o indirectamente con la actividad humana del pasado o del presente. Por suerte, los humanos no solo tenemos talento para destruir la naturaleza, sino también para buscar soluciones inspiradas en ella. Hay, desde hace años, y en multitud de lugares, equipos de investigadores y muchos otros profesionales dedicando sus esfuerzos a desarrollar técnicas para facilitar la regeneración de ecosistemas.
Hoy, sabemos que no hay una solución única para esta problemática. Pero lo que nos dicta tanto la experiencia como la evidencia científica, es que cualquier esfuerzo ha de ser interdisciplinar. La investigación sola no tiene fuerza o recursos para efectuar cambios tangibles, y el poder productivo de las empresas o los gobiernos sirve de poco sin el conocimiento y asesoría de la comunidad científica. Ese es el espíritu del proyecto que presentamos: un abordaje holístico para ofrecer un abanico de respuestas a una problemática compleja.
Plantando bosques marinos
Hay suficiente evidencia científica disponible como para que sepamos qué técnicas son las más viables, funcionales y prácticas en los proyectos de recuperación de ecosistemas marinos. Sabemos, porque se ha hecho antes en numerosos estudios con localizaciones alrededor de todo el mundo, que la introducción de algas marinas en piezas artificialmente instaladas en sus hábitats naturales es una forma efectiva de contribuir a su restauración.
La idea es aparentemente sencilla: se crean piezas cerámicas que sirven de base para el crecimiento de especies autóctonas de bosques marinos de algas que se hayan visto en declive. Después se fijan estas piezas en los entornos óptimos, donde el desarrollo de estas especies “bandera” promueven la regeneración de los ecosistemas, proporcionando hábitat y alimento para la vida marina y mejorando la calidad de las aguas. Esta técnica no es única ni universal, ya que cada especie, cada costa y cada clima presentan unos requerimientos distintos, y precisarán, por tanto, de soportes con características específicas para afrontar sus particularidades. Es por eso que se precisa de un amplio trabajo de investigación que maximice la efectividad de estos dispositivos en el corto y largo plazo.
La arcilla: un material perfecto, también para restaurar la vida acuática
La arcilla es un material ideal con demostrada funcionalidad para fines de regeneración de ecosistemas. En todobarro tenemos la tecnología, el conocimiento y la experiencia del material, y el compromiso con los objetivos del proyecto. Ahora, con la incorporación al equipo de las investigadoras que lideran el proyecto, tenemos el mayor expertise científico al que podríamos aspirar.
La arcilla es un material muchas veces presente naturalmente en estos propios ecosistemas, por lo que ni siquiera estamos introduciendo un elemento foráneo en las zonas a repoblar. No deja huella química, ni genera subproductos nocivos. Sus características de maleabilidad, porosidad y resistencia lo convierten en el material perfecto para una iniciativa como BIOECOREST.
Un proyecto multidisciplinar: investigación dinámica, estudios comprensivos de mercado, generación de redes con otros científicos…
Lo más innovador y emocionante de BIOECOREST es su carácter interdisciplinar. En este blog iremos cubriendo en profundidad las muchas aristas que caracterizan al proyecto, pero, en resumen, se trata de un plan que unifica en un mismo paquete las necesidades de los laboratorios e investigaciones científicas con las del mercado y las de los propios ecosistemas a restaurar.
No solo vamos a llevar a cabo un proyecto de investigación pionero, liderado por una de las grandes voces emergentes especializada en ecología de algas marinas (hablamos de Raquel Sánchez de Pedro), sino que, paralelamente, vamos a desarrollar toda una red que convierta esa investigación en resultados tangibles y cuantificables, tanto para el mercado como para otros proyectos científicos.
Este proyecto supone una continuación de nuestra fructífera asociación con la Universidad de Málaga, además de ser una colaboración entre investigadores de las Universidades de Sevilla y Trieste (Italia), gracias a la financiación de las Ayudas “Torres Quevedo” (PTQ2023-013189) financiado por el MICIU/AEI/ 10.13039/501100011033).