Asistimos al 5º Foro Mediterráneo del Agua
Presentamos en la quinta edición del Foro Mediterráneo del Agua la línea de investigación que sufragamos en la Cátedra de Cambio Climático de la Universidad de Málaga
Pedro Miguel Guerrero y Enrique Salvo Tierra han acudido al quinto Foro Mediterráneo del Agua, celebrado en Túnez la pasada primavera.
Estos foros, que se llevan celebrando desde el año 2011, tienen como objetivo buscar soluciones comunes para el manejo del agua y los recursos hidráulicos de los países mediterráneos. El lema de este año ha sido “Juntos por una sobriedad compartida del agua”, para subrayar la necesidad de un esfuerzo conjunto para la optimización del uso del agua en una región del mundo que va a estar cada vez más castigada por las sequías y el cambio climático.
En esta ocasión, Pedro Miguel y Enrique han contribuido al Foro Mediterráneo del Agua con la presentación de una de las líneas de investigación que desarrollan en la Universidad de Málaga, y que se está llevando a cabo desde el mecenazgo de todobarro.
Girar la mirada hacia la naturaleza
La dirección hacia la que apunta la evidencia científica indica que para paliar, gestionar e incluso revertir las devastadoras consecuencias del cambio climático tenemos que girar la mirada hacia la propia naturaleza. En lugar de ver a la naturaleza como el problema a solucionar o el enemigo a abatir, nos inspiramos en todos los mecanismos y recursos que la naturaleza ya posee para autorregularse y resolver sus propios problemas. Esto es, como explica Pedro Miguel, una visión de la restauración ecológica a través de la circularidad.
En esa ocasión, la investigación que presentamos en el Foro tiene que ver con la necesidad de restauración ecológica en los cursos de agua que han sido invadidos por vegetación exótica (es decir, no autóctona) para solventar problemas de regadío, restaurar los caudales ecológicos y recuperar los ecosistemas de ribera.
Como hemos dicho, la naturaleza posee una serie de mecanismos que permiten que un ecosistema esté en equilibrio. A veces se producen desequilibrios en estos ecosistemas que provocan desarreglos y consecuencias en cadena, como puede ser la presencia de especies para las que el entorno no está preparado, en este caso, vegetación exótica que coloniza cursos de agua impidiendo los flujos naturales de agua, agravando las sequías y diezmando los pocos recursos hidráulicos que nos quedan disponibles.
En el proceso de eliminación de dicha vegetación, se genera una gran cantidad de biomasa: materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía. Actualmente, desde la Cátedra de Cambio Climático se está estudiando la posibilidad de utilizar esa biomasa como biocombustible.
Cabecera de Joseph Barrientos en Unsplash