Partage: café y barro cocido en París
Llevamos nuestras baldosas de barro hasta París. Os contamos cómo se han integrado en una cafetería parisina muy chic.
Nuestras baldosas de barro a menudo cruzan fronteras. Ya que nosotros, de momento, no podemos hacerlo, os traemos este interesante viaje hasta el 31 de rue Lecourbe, en el corazón de París. Allí se encuentra el café Partage Paris 15, un espacio creado por el reconocido estudio de arquitectura e interiorismo Volta Architecture.
La magia del interiorismo
Cuando Jonas y Christophe, los propietarios del local, contactaron con el equipo de Volta, propusieron transformar una vieja autoescuela del distrito 15 de París en una cafetería donde ir a desayunar, tomar el brunch y disfrutar de una selecta carta de café gourmet.
El sueño de ambos era conseguir un espacio acogedor y amable en el que los clientes habituales del barrio pudieran reunirse en torno a cafés especiales y deliciosa repostería francesa.
Para conseguirlo, en Volta idearon un espacio único y muy urbano, pero con el toque cálido y cercano que aportan los colores naturales, como el ocre y el tono de la madera, y los materiales orgánicos como el terrazo, la cerámica, la madera y, por supuesto, el barro cocido.
Baldosas de barro para la barra
El alma de una cafetería es, sin duda, la barra. Detrás de ella tiene lugar toda la actividad que mantiene vivo a un negocio de este tipo en el que siempre hay movimiento. Desde Volta quisieron darle un protagonismo especial, y para ello contaron con nuestro Cuadrado 15 en tonalidad paja flameada, que presenta una base principal amarilla-pajiza acompañada por matices cromáticos anaranjados y rosáceos. Se trata de una baldosa totalmente atemporal que queda bien tanto en espacios interiores como en exteriores, sea cual sea el estilo decorativo por el que se apueste.
En Partage Paris 15 el resultado es espectacular. Resulta fascinante cómo una humilde baldosa cuadrada hecha a mano por maestros artesanos puede marcar la diferencia y cargar de identidad un espacio. Estamos encantados de que los vecinos de la rue Lecourbe puedan disfrutar de todobarro al mismo tiempo que el olor a croissant con mantequilla y a café recién hecho impregna sus sentidos.
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Las imágenes que acompañan a esta publicación son del fotógrafo Arthur Fechoz.
