Interiorismo: el diseño de espacios y la sostenibilidad

El interiorismo, también llamado diseño de interiores, es una de esas disciplinas que a simple vista parecen fáciles de ejecutar. Especialmente cuando nos topamos con el trabajo de una persona capaz de crear atmósferas armónicas, sugerentes o emocionantes a través de objetos, materiales, colores y texturas sin que nos demos cuenta de todo el trabajo y tiempo que implica conseguir algo así. Las mentes más despiertas apreciarán el bienestar que genera el interiorismo; las menos lo entenderán como la simple disposición de objetos bonitos y mobiliario en una habitación.

Puede parecer fácil precisamente por dos motivos: el primero, porque se asocia erróneamente con la mera decoración y, al fin y al cabo, todos decoramos en nuestra propia casa. El segundo motivo tiene que ver precisamente con la facilidad que entraña dejarse llevar por esos ambientes creados por profesionales.

Hay un tercer motivo o, mejor dicho, una observación extra. Al igual que ocurre con el arte contemporáneo –por ejemplo, con el tríptico Blau de Joan Miró–, con el interiorismo se tiende a pensar de manera equivocada que cualquiera “puede hacerlo igual”. Nada más lejos de realidad. El diseño de interiores, como cualquier trabajo creativo, requiere –entre otras aptitudes– formación teórica en diferentes materias, intuición, sentido estético e inteligencia y psicología espacial. En definitiva, puede parecer fácil, pero en absoluto lo es.

You have to feel with your eyes as well, not only look, but feel with them. – Alex Vervoordt

La importancia del interiorismo

El interiorismo forma parte de la rama del diseño y está vinculado estrechamente con la arquitectura. En lo esencial su práctica se basa en satisfacer las necesidades de las personas. No se trata únicamente de crear espacios acogedores y estéticamente sugerentes, lo principal es que estos sean funcionales. Los objetos decorativos son importantes, pero tener en consideración la disposición espacial, los materiales, los puntos de luz o los elementos separadores resulta imprescindible. Con la aplicación correcta un piso pequeño puede resultar espacioso y cómodo de habitar mientras que con un diseño pobre, hasta la mansión más grande puede resultar incómoda.

El éxito radica en encontrar el equilibrio entre los principios en los que se basa el interiorismo: balance, ritmo, proporción, escala, funcionalidad y unidad.

Esto es aplicable no solo a las viviendas privadas. El diseño de interiores hará que queramos volver a un restaurante, que seamos productivos en las oficinas en las que trabajamos o que disfrutemos de la experiencia de compra en tiendas de ropa, por ejemplo. En este sentido, entender, como decíamos más arriba, las necesidades de los usuarios, es crucial.

De la misma manera, el interiorismo debe estar vinculado con el branding de una empresa. Al fin y al cabo, los colores, texturas e incluso el tipo de iluminación de una estancia pueden contar mucho acerca de la filosofía de una empresa y con seguridad dejarán una impronta en nosotros. Que esta sea favorable depende en gran medida de las sensaciones que nos genere el lugar.

LEBLUME como aliado

El diseño de interiores también está ligado al diseño industrial y de mobiliario. Ambos conceptos tienen cabida en la filosofía de empresa de LEBLUME, un estudio malagueño en el que hacen interiorismo, diseño estratégico de marcas y desarrollo de productos. Su fundador, Damián López, junto al resto de su equipo, colabora regularmente con todobarro en el diseño de nuestras baldosas y piezas de barro.

Una de sus últimas aportaciones es la colección Vélez, utilizada por el prestigioso interiorista madrileño José Lara en uno de sus proyectos más recientes publicado por la emblemática revista Casa Decor.

La colección Vélez es una de las más versátiles. Para su concepción, Damián encontró la inspiración en las formas geométricas de la arquitectura tradicional, explorando líneas curvas como el arco de medio punto o el círculo. Este conjunto formado por tres piezas puede combinarse con otras ya existentes del catálogo para desarrollar una gran cantidad de patrones distintos. Permite crear teselaciones para espacios grandes, ritmos para espacios de transición como pasillos, cadencias para paseos y avenidas e incluso cenefas, como la utilizada por José Lara.

La idea fue desarrollar un lenguaje orgánico con la introducción de líneas curvas dentro del catálogo de todobarro a través de una serie de piezas que se pueden combinar entre ellas y con otros formatos del catálogo. – Damián López, fundador de LEBLUME

Aunque sus formas estén basadas en la arquitectura tradicional, los diferentes resultados que se consiguen a partir de esta combinación de piezas tienen una estética contemporánea. Incluso algunas teselaciones pueden evocar al modernismo del siglo XX. El bagaje cultural y el conocimiento de todas las corrientes estéticas involucradas en el diseño de interiores en su historia, el de productos o en la propia arquitectura, es condición sine qua non para generar autenticidad, aportar valor y marcar la diferencia en el sector. LEBLUME sin duda, cuenta con este fondo cultural y puede apreciarse en sus diseños.

El tocador de José Lara.

La colección Vélez ha sido uno de los elementos decorativos seleccionados por José Lara para uno de los proyectos más recientes llevados a cabo por su estudio homónimo. Se trata del tocador masculino o “La sala del Marqués del siglo XXI”.

Con un estilo sofisticado y canalla al mismo tiempo y centrándose en el uso de materiales capaces de transmitir sensaciones, Lara nos habla de la figura de este hipotético Marqués contemporáneo. Una figura que irradia vitalidad, que ha viajado por todo el mundo y que sobresale por su compromiso con la sostenibilidad y el respeto por la tradición.

“El Marqués del siglo XXI disfruta del lujo de las cosas sencillas, es apasionado y le gusta cuidarse”, nos contaba el propio José Lara; “en realidad, esta figura se corresponde con el hombre actual”. El interiorista ha sabido sintetizar la personalidad de un hombre al que le gusta cuidarse borrando todo cliché por el camino, cuidando cada detalle más allá de lo femenino o lo masculino y centrándose, sobre todo, en la sostenibilidad.

Cuando empecé a trabajar en el proyecto estudié a fondo la relación entre sostenibilidad e interiorismo. A partir de ahí el proyecto se sustentó sobre los 3 pilares fundamentales de la sostenibilidad: la ecológica, la económica y la social. El material de todobarro cumple con todas estas expectativas – José Lara

Lo que le interesó especialmente de nuestro material es que proviene de la tierra, es un recurso inagotable. Se puede reciclar, potencia el trabajo artesano y es un producto español. “A nivel estético, pensé en este nuevo Marqués y le imaginé apreciando la destonificación propia de la naturaleza y sus irregularidades, pero con este diseño actual. Simplemente no podía ser otro material.”

El barro: amor a primera vista

Este proyecto está ubicado en un antiguo palacio, en una estancia que había sido intervenida y en la que se había colocado un falso techo. Cuando el equipo de Lara lo retiró descubrió que tenían allí mismo el característico arco de medio punto acorde con la arquitectura del edificio. “Quisimos rendir homenaje a ese arco y utilizar la geometría del medio punto en diferentes elementos. Cuando conocí la colección Vélez fue un auténtico flechazo”, asegura Lara. “Utilizamos tres tonalidades para crear un despiece que ha sido el claro protagonista”.

Una de las características de los proyectos de este estudio es que fomentan lo que ellos llaman Interiorismo KM 0, es decir, apuestan por el producto artesano español. Materiales de cercanía que disminuyen la huella de carbono con procesos de producción sostenibles sin renunciar a la belleza. “Definitivamente el barro cocido, bien para pavimentos o revestimientos, se encuentra entre mis favoritos”.

La sostenibilidad en el interiorismo

Para José Lara el diseño de interiores “va con retraso” en lo que a sostenibilidad se refiere. No obstante, él ya ha integrado esta filosofía en su rutina de trabajo. “Con respecto al interiorismo y tras este estudio que realicé para el proyecto, he valorado de forma muy cercana de qué manera con nuestras decisiones los interioristas podemos hacer una aportación ecológica. Sin duda, es mucho más de los que podemos imaginar”.

Pero, ¿cómo hacerlo, cómo ir un paso más allá? “Desde la utilización de materiales reciclados y reciclables compuestos por elementos inagotables, conociendo los procesos de fabricación, optimizando los recursos y simplificando los procesos en obra. Utilizando productos de cercanía y fomentando las pequeñas economías de artesanos y artistas.”

José Lara ha demostrado que el interiorismo sostenible ya es una realidad. Desde todobarro nos sentimos afortunados de poder formar parte de proyectos con los que compartimos filosofía. La ecología no se trata de una moda más o de una tendencia, es una forma de vida que podemos aplicar a nuestro trabajo y conseguir disminuir el impacto ambiental de nuestro sector en el planeta. El reto actual es fabricar, construir y diseñar con sabiduría, así como elegir con quién colaborar puede llegar a ser casi un arte. Uno basado en la coherencia.

En todobarro estamos encantados de formar parte de este tocador ideado por José Lara y nos sentimos orgullosos de contar con los diseños de LEBLUME en nuestro catálogo.