Ponemos la pared y el mostrador para la nueva tienda de INDI & COLD en San Sebastián

Para el rediseño de la tienda original y principal de esta marca sostenible de ropa para mujeres, el estudio Avandmo ha contado con dos de nuestros formatos de ladrillos de barro cocido. Uno de ellos, el formato sencillo de Rectángulo 30×10 en color Paja flameada, ha ido a revestir el mostrador de la tienda, y el otro, nuestro formato combinado Vélez-Mezquitilla, ha encontrado su sitio en el mundo recubriendo toda una pared completa.

Son muchos los aspectos que convierten este proyecto en especial, pero queremos destacar algunas de las características concretas que más nos han gustado o llamado la atención.

El placer de encontrar un lugar común en proyectos afines

Somos firmes defensores de que la versatilidad del barro le permite encajar en prácticamente cualquier sitio. Hemos participado en proyectos que seguían estéticas industriales, futuristas, high-tec, y de muchos otros tipos, y en ellos hemos encontrado que introducir el elemento barro no sólo no desentona sino que ayuda a reforzar el mensaje estético a través del contraste. El nuestro es un material discreto que puede pasar desapercibido si es esa la intención de la interiorista. Disfrutamos mucho de trabajar en ese tipo de proyectos que nos plantean un reto y en los que entramos en contacto con entidades diferentes a la nuestra, de las que siempre aprendemos algo.

Sin embargo, hay algo especialmente placentero en encontrar almas afines. Cuando el estudio Avandmo visionó nuestros productos para la renovación de la tienda donostiarra de Indi & Cold, entendemos que lo hizo con el propósito de buscar materiales que reforzaran la filosofía de la empresa.

Con Indi & Cold compartimos muchas cosas, pero hay dos de ellas que nos tocan en forma y fondo: la sostenibilidad y la estética. Esto se explica mejor directamente mirando las fotos de cómo ha quedado el resultado final. El color, la forma y la textura de los ladrillos de barro cocido encajan entre las paredes de la tienda como si hubieran nacido dentro de ellas.

Una pared de ladrillo blanco de barro que hace un uso muy original de sus propiedades naturales

Para la pared que nuestros clientes han revestido con nuestro conjunto Vélez-Mezquitilla (un diseño del estudio LEBLUME que pertenece a una de nuestras colecciones de autor) se ha hecho una elección muy original. Y es que se ha tomado la decisión de no retirar el salitre de las piezas. El estudio Avandmo quería jugar con la transpiración natural del barro, que afecta a su aspecto superficial.

Todas las piezas de barro cocido desarrollan imperfecciones en su superficie con la exposición al mundo exterior (e interior). Dependiendo de su ubicación y uso, esas imperfecciones y suciedades se desarrollarán de una forma u otra, pero con el tiempo terminan apareciendo. Por ese motivo, solemos dejar los suelos y paredes que instalamos con un tratamiento administrado que repara, previene y retrasa la aparición de verdines, restos de obra, suciedad, o salitres.

Sin embargo, la peculiar elección de no realizar ese tratamiento para este proyecto tiene mucho sentido una vez que vemos el resultado final. Toda la vibra de la tienda respira naturaleza, filosofía slow, sostenibilidad y armonía. Las imperfecciones y manchas de salitre en la superficie de los ladrillos de barro refuerzan todas esas intenciones. Por un lado, sugieren la presencia del elemento exterior (relacionamos la presencia de salitres en el barro con la humedad de la costa, las manchas de sal del agua del mar, etc). Por otro lado, contribuyen a defender la belleza de lo natural.

Normalmente, recomendamos tratar las piezas e instalar nuestras baldosas con las juntas adecuadas. Pero en este caso concreto (teniendo en cuenta también que las piezas no van a tener un uso intensivo ni doméstico), no podemos estar más de acuerdo en la elección. Las cosas vivas crecen y se transforman con el tiempo. Y está bien.