Taller de “nendo dango”, o método Fukuoka, en Sevilla: bombas de semillas para el Guadalquivir

Con motivo del Día Marítimo Europeo, hemos impartido un taller para familias en el Centro de Actividades del Puerto de Sevilla. En la apuesta por la sostenibilidad y la innovación hay un pilar fundamental que a menudo se menosprecia, pero que es clave: involucrar a la comunidad. No solo se trata de convertir las prácticas del sector privado en sostenibles, sino de que esas prácticas tengan un impacto positivo en el presente y futuro de la comunidad. Hacia ese futuro estaba orientado el taller de nendo dango, o bombas de semillas.

Acompañados por la APS, por la Cátedra de Cambio Climático de la UMA, y por la agencia sevillana Engranajes Culturales, el objetivo del taller era acercar a las familias participantes al conocimiento del entorno, y de técnicas para la restauración ecológica, como es el método Fukuoka.

Además, esta actividad nos sirvió como hilo conductor para vincular el conocimiento artesanal con la innovación ambiental. A través de este taller, pudimos explicar a los asistentes en qué consiste el proyecto de recuperación ecológica BIOECOREST-SAFARI,  y en el que trabajamos con la APS y la UMA, entre otras entidades.

¿Qué es el nendo dango?

El nendo dango (“bombas de semillas” en japonés) o método Fukuoka, es una técnica de restauración ecológica que consiste en la confección de pequeñas bolas de barro, compuesto por sustrato y arcilla, en la que van insertas distintas semillas compatibles con el entorno.

También es conocido como método Fukuoka porque fue desarrollado y estandarizado por Masanobu Fukuoka, un biólogo y filósofo japonés que comenzó su carrera como investigador científico especializado en fitopatología (es decir, en el estudio de las enfermedades de las plantas). Cuando todavía era muy joven, abandonó la vía académica y volvió a la granja familiar para experimentar con técnicas de lo que acuñó como “agricultura natural”.

El resultado fue el desarrollo de un método que permite maximizar el bienestar de la tierra a la vez que se minimizan los trabajos que hay que hacer en ella para poder cultivarla, puesto que el objetivo es recrear con tanta exactitud como sea posible las condiciones naturales del terreno (algo que comparte con otras técnicas japonesas de reforestación y cultivo, como el método Miyawaki). Dentro de las prácticas de ese método, se encuentra el nendo dango, que elimina la intervención del suelo para la siembra y el cultivo.

¿Cómo se hacen las bombas de semillas?

El proceso de fabricación es sencillo (y divertido): solo se necesita tener un conocimiento suficiente del entorno que permita seleccionar las semillas propicias y disponer de los siguientes materiales: arcilla, barro o lodo, compost, agua, y alguna superficie de cartón

• Primero, se mezcla arcilla y compost en un cubo (nosotros usamos 300 gramos de compost por cada kilo de arcilla).
• Después, se añade agua gradualmente, hasta que queda una masa firme y moldeable.
• Cuando tiene la consistencia deseada, añadimos las semillas. En nuestro taller usamos una mezcla de aromáticas y herbáceas mediterráneas, que pueden prosperar no solo en los márgenes del Guadalquivir, sino en macetas, huertos o solares de la zona.
• Se mezcla la masa con las semillas, hasta que queda homogénea.
• Formamos las bolas con las manos. Deben ser, aproximadamente, de un centímetro y medio de diámetro (o caber cómodamente en la palma de la mano).
• Las dejamos secar a la sombra, sobre el cartón.

Un taller para conectar a la comunidad con su entorno

El Día Marítimo Europeo es un evento que celebra el mar, los puertos y las oportunidades sostenibles que estos ofrecen. Y qué mejor contexto que ese para trabajar con las familias asistentes al taller una forma de intervenir en su entorno sin invadirlo para mejorarlo.

A través de la experimentación con el nendo dango, pudimos acercar al público nuestro trabajo de investigación e innovación con las tecnologías de la arcilla, que desarrollamos actualmente en el proyecto BIOECOREST-SAFARI.

Compartimos con Fukuoka no solo el material con el que trabajamos, sino la idea de base de que en la propia naturaleza encontramos soluciones para los problemas creados por la actividad humana. A lo largo de la realización del taller, pudimos explicar a los asistentes cómo funcionan los Bloques de Tierra Comprimida (BTC) que estamos desarrollando para estabilizar y revegetar los márgenes del puerto sin necesidad de usar maquinaria ni de intervenir invasivamente en un ecosistema que ya está degradado.

El taller permitió a los asistentes comprobar de forma empírica y directa el impacto que tienen los recursos naturales en el entorno en el que vivimos. Al final, el Puerto de Sevilla es el único puerto interior de España, y la relación de la ciudadanía sevillana con él es directa y constante. Que los vecinos y vecinas entiendan la importancia que tiene el bienestar del río y el papel que el Puerto juega en el mismo es el primer paso para la recuperación ecológica, y las dinámicas de este taller nos permitieron demostrar cómo esta recuperación se puede llevar a cabo de forma participativa y colectiva.

Cada participante del taller terminó la experiencia con entre tres y cinco bombas de semillas, que se pudieron llevar a casa o ceder para futuras campañas de revegetación. Estuvimos reflexionando sobre los lugares que, especialmente los asistentes más jóvenes, elegirían para tirar sus bolas de arcilla, fomentando así la conciencia del entorno.

Se trató de una experiencia muy satisfactoria, gracias a la Autoridad Portuaria de Sevilla, a la Cátedra de Cambio Climático de la UMA y a Engranajes Culturales, pero, sobretodo, gracias a las familias comprometidas y responsables con el medio ambiente que vinieron a disfrutar y aprender. ¡Esperamos que la experiencia les haya resultado tan gratificante como a nosotros!